El Valencia seguirá en Primera División

La jornada fue de sufrimiento, menos del que se esperaba, y todo este suplicio vergonzoso, por fin, ha dado a su fin

Toni Hernández | 04 JUN. 2023 | 21:47
Diego López

El Betis - Valencia era el partido más importante de la historia del club. Una vergüenza, no cabe duda, pero una realidad, por más duro que nos pareciera a todos. Baraja salía con el once que se ha terminado por convertir en definitivo, en el habitual de este tramo final. Todo ello trufado con el homenaje de Joaquín, que se despedía del fútbol. Y peor no podía empezar, ya que arrancábamos de manera horrorosa, encajando un gol antes del primer minuto después de otro horror defensivo del equipo. Lamentable sólo es una forma de decirlo. Sólo podíamos mejorar, porque no había otra forma peor de entrar al duelo. Se le anulaba un gol a Almeida en el 6, que estaba en fuera de juego. En el 9 marcaba el Cádiz en Elche, y eso serenaba un poco los nervios, pero no disminuía la sensación de bochorno.

Pasado el primer cuarto de hora, el equipo no daba señales de vida, y eso que el rival iba a media potencia. Todo muy similar a Mallorca. La primera más o menos clara era para Lino en el 18, después de una buena jugada y algún rebote, pero su remate, dentro del área, salía flojo. En el 21, Almeida tenía otra buena ocasión, con un buen disparo que detenía Bravo, y en el 22, el derechazo de Javi Guerra no entraba por la escuadra por muy poco. Llegando al minuto 25, si el resultado hubiera alcanzado las tablas no habría sido injusto, pero con errores groseros y fallos delante, no puedes aspirar a nada. Pasada la media hora de juego, el encuentro estaba como dormido, normal en los locales, pero absolutamente marciano en los visitantes, que se estaban con todo en el aire. En el 33 de nuevo pudimos empatar, después de robo de Lino, que se plantaba en la frontal, y con al derecha la mandaba a un palmo del poste. En el 36, otra de Lino, pero esta vez con un remate que se iba muy alto. Ya no hubo nada más hasta el descanso, y en los otros partidos, había un poco de todo, pero con el drama en el Villamarín.

La segunda parte empezaba sin cambios en el Valencia, pero con la necesidad absoluta de marcar un gol y depende de sí mismo, porque esa era el gran problema. Aunque la primera era suya después de algún error defensivo por no sacar el balón con contundencia. El Betis se dejaba llevar, pero no éramos capaces de hacer daño de ninguna forma, y así era imposible llegar con peligro. En el 57, llegaba la primera del equipo, remate de Lino de cabeza, que no era ni clara, pero algo era. En el 57, precisamente se iba Lino, además de Thierry, y entraban al campo Foulquier y Alberto Marí. Por delante de Cavani, por cierto. En el 63, el árbitro pitaba penalti después de un remate de Paulista tras un saque de esquina, pero revisado por el VAR, y de nuevo por el colegiado… finalmente había fuera de juego. Pero en el 71, en una jugada maravillosa, mano a mano de Diego López con Bravo, y de nuevo el canterano marcaba un gol que era oro puro. Estábamos dentro por méritos propios.

En el 76, se marchaban Kluivert, muy gris, y Almeida, y entraban Jesús Vázquez y Yunus Musah. Piernas frescas ante un final igualado. Pero Musah no aguantaba ni dos minutos sobre el campo, porque en una entrada absurda en el centro del campo, veía la roja directa. Otro horror más a su año. En el 82, Baraja reforzaba el centro del campo sacando a Almeida y metiendo, muchas semanas después, a Guillamón. El colegiado añadía 12 minutos, que se habían perdido entre unas cosas y otras. El partido de Elche acababa cuando aún quedaban 6 de descuento, y el equipo lograba la salvación. El encuentro terminaba en tablas, pero a su conclusión, estaba todo ya claro. Caía el Valladolid, y ahora, la duda, saber qué va a pasar con nosotros.