La fuerza de Baraja en el vestuario del Valencia

La fuerza de Baraja en el vestuario del Valencia debe ser una de las bazas para salir de esta. De hecho, y aunque se pueda poner en tela de juicio porque los resultados deportivos no han sido espectaculares, lo está siendo. Tanto él como Carlos Marchena. Es muy posible que esperáramos otra cosa, que igual a esta alturas ya estuviéramos salvados, que todo hubiera ido mucho mejor a nivel deportivo.

Pero los problemas no estaban en el banquillo, no sólo al menos allí (y sigo diciendo que la labor de Gattuso no fue mala, aunque huida cobarde resultara impresentable), y que la ausencia total de fichajes en enero, junto a las lesiones, bajas formas y que el equipo se cayera a plomo en ese mismo mes, han sido losas que no se podían levantar, al menos de la forma que se pretendía.

No entro en los números del Pipo, ni de nadie, porque al final llevamos 34 puntos de 99 posibles, y eso ya es suficiente para zanjar el tema con las conclusiones muy claras. Rubén sabe muy bien qué hay en juego, qué significa la actual situación, qué es el Valencia y cómo se dignifica ese escudo y esa camiseta.

Leo muchas críticas a su labor en el banquillo, porque cada uno ve esto como mejor entiende, pero el problema, como hemos dicho, todos sabemos dónde está, y no es, ni era, en el banquillo. El diferencial dede ser otra cosa, deben ser otras cosas, y tanto Baraja como Marchena, son los que deben aportar la gran mayoría.