Si no tenemos clara la realidad del Valencia, vamos muy mal
Sabemos lo que somos y cómo estamos, o deberíamos, y eso tendría que incluir el hecho de conocer cómo son las cosas de verdad

El Valencia, con Meriton, es el caos absoluto desde el verano de 2019. Nadie niega tal cosa, porque hacerlo sería estar ciego, y aunque haya quien lo parezca, en todos los bandos, realmente nadie lo está. Dejando clara esa base, que se ha dicho muchas veces pero no se quiere escuchar porque el enfrentamiento vende mucho más, lo que tampoco podemos obviar es que lo que se pide, la salida de Lim, es mucho más fácil exigirla que verla cumplida.
Y hay que ser muy claro al respecto, porque podemos hacer toda la fuerza social del mundo, que se va a hacer y lo que queda, pero hay una serie de cuestiones que no cambian por mucho que insistamos. Hay una quita de más de 60 millones de euros que Lim pierde, y debe pagar, si vende el club antes de 2026, salvo que lo haga por una locura de dinero, que ahora mismo no parece probable.
Y además, no tiene ninguna intención de perder el dinero aportado, que entre compra y ampliaciones, supera los 250 millones. Estamos hablando de dinero, o en este caso de mucho dinero, y no le afecta la presión ni el descrédito público, ya lo ha demostrado, y eso es algo que tendríamos que tener en cuenta también nosotros.
Su tiempo acabó hace mucho, pero mucho, aunque el problema sigue siendo el mismo: ¿quién le compra por lo que él, a 12.000 kilómetros de distancia y sin venir ni tener idea de hacerlo, pretende? Un descenso no cambiaría nada, y es algo que nadie quiere, al menos nadie que sea del Valencia de verdad. Debemos tener claras las cosas, todas, y no sólo los deseos, porque esos son puros y de corazón, pero no compran empresas.