Cuando los jóvenes derriban la puerta para jugar en el Valencia

Los chavales de la cantera del Valencia están dando una lección a muchos jugadores de la primera plantilla. La irrupción de Javi Guerra y Diego López, especialmente, está poniendo el ojo sobre algunas actitudes que no se pueden ni se deben consentir. Baraja está siendo valiente, y al mismo tiempo consecuente, porque si lo que buscas es rendimiento, da igual el nombre y la edad. Lo buscas y ya está, no hay que darle más vueltas a ese tema.

Los ves entregados, con las ideas claras, quizá con ese punto de inconsciencia que les hace distintos con la edad que tienen, y eso, que podría ser considerado como algo negativo, estamos viendo que es todo lo contrario, y cada día de forma más evidente. Guerra está muy por delante de Ilaix y Guillamón, y Diego lo parece ante Castillejo, que no jugó un solo minuto en casa cuando se necesitaba ganar el partido... y se le echó poco de menos.

Intuyo que va a ser la tónica de aquí y hasta fin de temporada, y con eso debemos morir, porque incluso aunque acabara mal, es posible que hasta sintiéramos cierto consuelo haciéndolo con gente de casa. De esos que corren como si no hubiera mañana tanto si salen desde el principio como si juegan apenas 5 minutos. Baraja sabe lo que hace, sabe lo que tiene, y esas piernas y cabezas jóvenes le están respondiendo. Poco más que hablar.