El partido más importante del Valencia en el siglo XXI

Quién nos iba a decir que el partido más importante del Valencia en este siglo sería este. Un domingo de abril, en el Martínez Valero, ante el Elche y en la jornada 30 de Liga. Hemos jugado 4 finales europeas y 3 de Copa, además de ganar 3 Ligas, en lo que llevamos de centuria, y resulta que el día más trascendente era este, era hoy. El fútbol es el deporte más perro, cabrón y maravilloso que conozco. Un miserable salvaje que te da y te quita todo con la misma velocidad y rapidez.

Aquí no sólo nos han traído los caprichos del balón, que pensar eso sería estar engañándose de una forma lastimosa, porque esto no se entiende sin Peter Lim haciendo el pirómano con todo y sin ningún tipo de control o filtro, pero que ha también ha habido un punto de maldad acumulada es incuestionable. Somos una plantilla para estar en media tabla, sin mucha más aspiración pero sin tener tampoco que pasarlas canutas, como nos va a tocar hasta el final, y Dios quiera que todo sea para bien. Y yo me hago bruces, como todos, porque cuando bajaba por aquella escalera de caracol de Milán, en mayo de 2001, pensaba que era el día más duro de mi vida (luego vinieron los de verdad, que entonces no tenía aún 27 años), y que el fútbol no me podía dar más fuerte.

Pues vaya, nuestro querido amigo nos tenía guardada esta “sorpresa”, que ya se podía haber ahorrado. Nervioso como en la vida, espero que solo, y con un nudo en el estómago, me pondré delante de la tele para estar con mi equipo. Y pasarlo mal. Y desear que el siguiente partido más importante de este siglo sea el siguiente contra el Valladolid. Vamos a morir mucho más jóvenes, pero yo esto lo quiero vivir así, no entiendo otra manera.