Apoyo total y absoluto del entorno del Valencia a Rubén Baraja
Se empieza a extender eso de que el "efecto Baraja" se ha diluido, y aunque los resultados son tozudos, hay quien no lo ve así

"El efecto Baraja se ha diluido en el Valencia". Lo llevamos oyendo y leyendo desde el pasado domingo, cuando perdimos en Almería, y todo empezó a parecer que era el fin del mundo. A mí también, que no soy ajeno a las cosas que pasan, pero tengo claro que esa sensación, tal y como estamos, no nos puede durar más que unas horas, porque no nos podemos permitir el estar llorando por las esquinas. De sensaciones no se vive, eso está claro, pero el equipo fue un desastre en varios partidos de enero y alguno de febrero, y contra Rayo y Almería no mereció sumar sólo un punto.
El trabajo y la constancia es lo único que tenemos para podernos salvar, y si renegamos de ello, estamos totalmente condenados. No se trata de lanzar discursos que sean mentira, porque eso no nos lleva a ninguna parte, pero tampoco podemos estar de luto. Nos cansamos de decir que otros están más preparados que nosotros para luchar por estas cosas, y no creo yo que los entornos de los demás clubs estén con este discurso catastrofista y lastimero, poco menos que cavando la tumba para meter después el ataúd. Que de eso habrá tiempo, si por desgracia toca hacerlo.
Todos tenemos que estar arropando a Baraja y al equipo. No porque el Pipo sea una de las mayores leyendas de la historia del club, que eso es otra cosa muy distinta, sino porque es el capitán del barco, l qu nos debe llevar a puerto. Lo mismo que la plantilla, que está claro que no es la mejor que hemos tenido, pero ahora es con la que nos toca remar, por muy complicado que se haga el trago en algunos instantes. Si no tenemos claro esto, qu repito, en las otras ciudades que se juegan el descenso sí lo tienen, el futuro ya lo tenemos escrito.