La unidad inquebrantable de todo el que quiere al Valencia, del modo que sea
Mucho francotirador agazapado, mucho guardián de la moral, y poco sentido de estado, y no nos lo podemos permitir

Si para que el Valencia no baje me han de insultar hasta las piedras, que empiece el show. Aunque mucho me temo que eso no será así de fácil, ni conmigo ni con nadie. Aquí hay quien ha cogido la línea blanca pensando que le lleva a la tierra prometida, ha señalado a quien ha considerado oportuno para que se convierta en cabeza de turco (muy nuestro de toda la vida), y de ahí no va a sacarlos nadie por muchas cosas que pasen, ya que esa postura siempre es más fácil.
Ahora mismo necesitamos unión total y absoluta, ahora y en la guerra contra Meriton, que es otra historia, pero aquí no estamos por la labor, y además de cabrearme, hace que me pregunte el sentido que tiene tomar una postura que no nos lleva a ninguna parte. El miedo nos está atenazando, a todos, y eso saca siempre lo peor de las personas, que es otro tema, pero en cualquier caso, tampoco nos va a ayudar a sumar los puntos que nos hacen falta.
Se trata, al menos por unas pocas semanas, de no insultarnos ni sacudirnos como si no hubiera mañana, y esperar al menos de junio, y que todo esté resuelto en un sentido o en otro, de tener un poco de empatía, de sentido común, de valencianismo en estado puro por encima de todo. No cuesta tanto, no me cabe duda, y sólo hay que querer. Y no depende de lo que diga o haga Peter Lim, sino de nosotros mismos, de todos y cada uno de nosotros.