Sin alternativa real para comprar las acciones del Valencia a Peter Lim

La dura realidad del Valencia es que no tenemos a nadie que convenza a Peter Lim para la venta de sus acciones. Este es un medio pequeño, pero llevamos contando muchos meses que al actual máximo accionista ha llamado mucha gente, directa e indirectamente, y que se le han hecho llegar, más que ofertas, intenciones de compra. Esto va de la voluntad del máximo accionista, y esa, a día de hoy, sigue siendo no vender.

Hace menos de un año se exploró la opción de una LOI, una carta de intenciones, de un fondo americano (se puede poner el nombre, está todo por escrito), de 300 millones de euros por el total del paquete accionarla de Meriton, así como el compromiso de terminar el estadio. No hubo respuesta. Que ha habido más llamadas es seguro, pero la orden, tanto en Valencia como en Madrid, porque en los dos sitios se escuchan esos ofrecimientos, es que el club no está en venta.

¿Qué puede pasar a partir de ahora? Sinceramente, no lo sé, pero es obvio que la hostilidad social, aunque no será determinante a la hora de la toma de decisiones, sí que va a ir minando ciertas actitudes que hasta ahora parecían poco menos que inamovibles. Pero la alternativa, a día de hoy, no existe, y las que se barruntan, o las que han podido haber hasta la fecha, son todas de fuera, y siempre, o casi, con el denominador común de ser un fondo de inversión, casi nunca un inversor privado.

Y la palabra “democratizar” nunca se ha puesto encima de la mesa, porque nadie que pueda comprar realmente todo lo que se puede comprar, acciones y compromisos, va a poner tal cantidad de dinero sin asegurarse un control total y absoluto de su inversión. Algo totalmente lógico, por otra parte.