La parte emocional en el problema deportivo del Valencia

Lo que Baraja pueda transmitir al grupo, desde su posición en la historia, será vital en el corto plazo

Toni Hernández | 18 FEB. 2023 | 00:04
Baraja y Gayà

El Valencia no va a ganar partidos porque lo entrene una leyenda del club. Esta es la parte en la que ya nos debemos centrar todos, una vez pasado el subidón, al menos para quien suscribe, de ver al Pipo convertido en el técnico del equipo. Estirar ese chicle creo que no es bueno, y el primero que lo sabe es él y su cuerpo técnico, que desde la presentación tiene claro que lo único que pide es que ayudemos todos en la medida de nuestras posibilidades, nada más.

Que haya muchos jugadores formados en la casa dentro de ese vestuario es algo importante, y más ahora. Algunos de ellos estuvieron a las órdenes de Rubén siendo juveniles, y todos saben quién es Baraja en la historia de este club, que la foto de la fachada de la tribuna de Mestalla está reservada sólo a los más grandes.

Y tirará de eso cuando trate de ayudar a los jugadores a desbloquear una cabeza que no anda bien desde hace demasiados partidos, y más allá del punto táctico o técnico, e incluso físico y más de cara al encuentro del lunes, la parte emocional debe ser la que llegue al jugador, la que toque la tecla, esa que tanta falta nos hace y que no hay manera desde ya hace demasiados partidos.

En menos tiempo no van a pasar cosas, porque es imposible, y casi mejor no tocar demasiado, porque encima venimos de un buen partido en juego, aunque al final no sumáramos un punto. El problema deportivo que tenemos es obvio, los resultados están ahí y saltan a la vista. Y que la parte emocional no resuelve nada por arte de magia, aunque puede ayudar mucho, lo mismo. La forma en que Baraja, y Marchena, lleguen al grupo, la manera en la que les coman la cabeza, será lo que determine si podemos estar a tiempo de salvarnos o no. Estamos en vuestras manos, queridos amigos.