El futuro de Cavani en el Valencia

A río revuelto, ganancia de pescadores, y en el Valencia actual, más aún. Entiendo que eso es lo que tienen que estar pensando muchos clubes, ya que nuestro situación es delicada, nuestras posición débil, y la estabilidad que transmitimos, como poco, es dudosa. Por eso mismo, cualquiera se atreve a poner en su boca burradas del calibre que se quiera. Hace unos días se podía leer a dirigentes del Santos decir, abiertamente, que venían a por él.

Aunque luego un vicepresidente del club brasileño dijo que “no estamos negociando con Cavani”, lo cierto es que también afirmó que “le preguntamos si era posible que viniera". Vamos, que tiraron la caña a ver si qué pasaba, y si eso pasó es porque fuera se huele, a mucha distancia, nuestra debilidad. El club no puede salir al paso de todo, porque no haría otra cosa, aunque algunos temas son distintos.

Pero el problema viene cuando habla el Valencia, cuando lo hace Layhoon Chan o Javier Solís. La credibilidad se ha tirado por el suelo, y eso es algo que cuesta la vida levantar, si es que lo consigues en algún momento. El "fuego" de Cavani, si lo podemos llamar así, sólo lo puede apagar el uruguayo, que sigue teniendo un gran ascendente en el entorno, nadie más.

Es triste, pero es así. Tiene contrato por dos años, y su idea, dicho por él mismo, es cumplirlo, y ya veremos luego. Ahora, todo ese ruido está de más, sobra, y como viene de fuera, hay que cortarlo de raíz. Y ahí es, entre otros sitios, donde a este club se le ven las carencias por culpa de su mala política durante demasiado tiempo. Hay que ser contundente, rápido y, sobre todo, ir de cara. Porque eso, el valencianismo, lo entiende siempre.