El Valencia más blando en años en el Bernabéu, cae en el estreno de Voro

Partido 1 de la enésima era de Voro en el Valencia. Un equipo coherente, al menos sobre el papel, era el primero que sacaba el de Alcudia.Y la primera fue para los blancos, en un error garrafal de la zaga valencianistas, que salvaba Mamardashvili con una gran parada. Salvando esa jugada, el equipo no estaba mal plantado, incluso llegando al área rival con cierta frecuencia. Era un poco la idea de Gattuso pero aplicada de nuevo por Voro. En el 18, una enorme jugada madridista terminaba con un remate fuera por poco, pero nos volvieron a marear con desmarques y paredes a una velocidad enorme.

Llegando a la media hora, ellos pisaban mucho más nuestro campo que nosotros el suyo, y la pelota nos duraba demasiado poco, con lo que siempre íbamos detrás de ella. Varios saques de esquina a favor ponían al menos algo en alerta a los blancos, que era también importante para no pasarse el partido metidos atrás. Hacia el final del primer periodo el juego se atascaba, es embrutecía y se movía en unas aguas delicadas por el criterio arbitral. En el 48, el VAR anulaba un gol al Madrid por falta de Benzema, en medio de unos cánticos en el Bernabéu de “a Segunda”, que no deberían quedar en el olvido. Con 0-0 terminaba la primera mitad, y para salir vivos, estaba claro que iba a hacer falta algo más.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con la necesidad de empezar a mirar la portería contraria con algo más de asiduidad. Salían ellos a por el gol, como era lógico, y había que atarse los machos. Y el asedio les dio frutos, porque en el 51, un zapatazo de Asensio después de un rechace suponía el 1-0. El remate era bueno, pero no había nadie delante para taparle. Y el equipo, de nuevo, se cayó, porque apenas 2 minutos después, Vinicius corría solo 50 metros, Mamardashvili se quedaba debajo de la portería, y el brasileño hacía el segundo. En nada, de nuevo, nos habían vuelto a desarbolar.

Castillejo se marchaba tocado en el 57, y entraba por el Marcos André. El ritmo local caía y el nuestro debía subir, como fuera. Y era el brasileño el que estaba cerca de acortar distancias en el 67 con un buen remate. Samu Lino y Almeida se marchaban del campo dando paso a Lato e Ilaix en el 69. En el 71, por si no estaba ya claro, Paulista reventaba el partido dando una patada estúpida e innecesaria a Vinicius que le costaba la roja. Uno que debía ser referente del equipo dando la nota. Cavani dejaba el campo en el 74 por Fran Pérez y ya se buscaba que el resultado no fuera peor. Hasta el final, un poco de corre calles y nada más. La Liga empieza el domingo en Girona, donde no podemos fallar de ninguna manera.