Miedo en el entorno del Valencia

El entorno del Valencia no puede tener miedo, no es justo. Lo digo enfadado, y en mi caso, sin tenerlo, aunque teniendo muy claro que no se puede mirar mal a quién sí lo sienta. Y si estamos en ese punto es por los años de zozobra que llevamos, de bandazos de un lado a otro, cambiando de entrenador, de estilo, de filosofía, de presidentes... Han sido muchas cosas, casi todas malas, y aunque ahora las cosas son distintas, por mucho que se empeñen algunos en decir que no, es demasiado bagaje en contra como para sólo poder tirar de fe. 

Habiendo cruzado el ecuador de otro mercado, nos encontramos con que los refuerzos, tan necesarios sin lesiones, aún no han venido, aunque es cierto que alguno parece que, al menos, está de camino. Y mientras, vemos a los de abajo acercarse, y nosotros sin jugar en un fin de semana marcado por el buen partido de la Supercopa, pero también por el hecho de estar a 4 puntos del descenso. Ese 0 de 6 para empezar el año no nos ha ayudado en nada, y ha hecho que todo el pánico vuelva a emerger de forma natural.

Y no, no es justo, ni el por el aficionado ni por el equipo, y es algo a lo que se le tiene que poner remedio de la forma que sea. Está claro que hay cosas que sólo se pueden resolver sobre el terreno de juego, pero fuera hay mucho por hacer. El Valencia debería explicar abiertamente, sin miedos, su plan a corto y medio plazo, porque su gente merece saberlo, y porque es la mejor forma de tener claro a qué nos vamos a enfrentar. Porque eso nos quitaría el miedo, por muy salvaje que fuera los que nos fueran a decir. Hagamos posible lo que está al alcance, y no hagamos difícil lo que es sencillo.