El Valencia extremo, nuestro Valencia

De nuevo estamos en ese carrusel de sensaciones, de ir de una punta a otra a la velocidad de la luz, de hacernos daño entre todos

Toni Hernández | 10 ENE. 2023 | 00:03
Mestalla

El Valencia no se puede hacer daño a sí mismo. El Valencia y el valencianismo, que son dos cosas que van de la mano pero que no son lo mismo. Estamos ahora mismo con la flecha para abajo, eso es obvio, porque la vuelta de la Liga ha supuesto muchos palos en forma de derrotas y de lesiones, y nos ha dejado a todos la sensación de que vamos más justos incluso de lo que podíamos pensar. Es son cuestiones deportivas que se deberían debatir en ese ámbito, pero estamos en un momento en el que todo se mezclar porque interesa, y ahí es donde se nos hace bola. 

Cuando las cosas van mal, como es el caso, este ambiente en el entorno no es bueno, porque no ayuda y no soluciona nada. Que todos tenemos derechos a estar cabreados y exigir más, por supuesto. Que nadie puede imponer a nadir su forma de pensar, aunque debería ser igual de evidente, no lo es, ni mucho menos. Estoy llegando a leer que se debe obligar al aficionado a no ir a Mestalla, a no entrar, y el solo hecho de plantear esto como opción es como para que las cosas te den hasta cierto miedo, porque eso no tiene ni pies ni cabeza.

Decirle de todo a Lim, incluso hacer pública esa exigencia utópica de que se vaya, como si el hecho dependiera de gritarlo muy fuerte, insisto, es lícito, pero no arregla siquiera esa misma tesitura. Ahora, a nivel deportivo, toca cerrar filas en torno al equipo y el entrenador. Y quien quiera seguir la pelea con la propiedad, adelante, tenemos aliento y garganta para todo. Pero los que se ponen la camiseta tienen prioridad. Y sí, este año vuelve a ser así, como el pasado o el anterior, o mil más que vengan por delante. Pero por encima de todo, no seamos idiotas y no nos hagamos daño entre nosotros.