El Valencia no puede estar manejado por políticos

Estar en manos de los políticos ha dejado al Valencia como está hoy en día. Y me pueden cantar misa con órgano, que de ese burro no me va bajar nadie, porque tengo muy claro que es así. Durante años, el hecho de ser un desastre a nivel económico nos condenó, y fuimos cayendo de forma paulatina en las manos de la Caja de Ahorros de Valencia, de Bancaixa, de Bankia y, ahora, de CaixaBank.

Salvo en este momento, en los anteriores esa caja, con sus distintas denominaciones, era un banco controlado por el poder político, y así nos fue en todos los sentidos. Nos llevaron donde quisieron, y contaron con actores que eran necesarios, y que seguramente tampoco pretendían impulsar ese movimiento, pero lo hicieron de una forma poco menos que imperdonable.

Cuando el Valencia del Doblete, sí, del Doblete, está al borde de la quiebra y Manolo Llorente y Beatriz Delgado buscan como locos a Bautista Soler, el padre de Juan, el proceso ya se torna imparable. Los políticos meten mano en el club de forma absoluta, tomando las grandes decisiones estratégicas, porque estábamos en sus manos. Y me da igual que sean de un partido o de otro, son gente ajena al club, que sólo se van a mover por intereses partidistas, y que nos van a usar porque les conviene, no porque les importe.

Quien vea aquí una defensa de Meriton es que está muy ciego o es muy obtuso, porque nada más lejos de la realidad. De hecho, Peter Lim es la consecuencia más fehaciente del paso lamentable de los políticos por el Valencia, ni más ni menos. Ampararnos en ellos es volver a vender nuestra alma al diablo, y seguimos cayendo en el error, o en la tentación, que no lo termino de tener claro en absoluto. Lo único que pido, que exijo, es que esto no nos vuelva a pasar nunca más, porque las consecuencias son las que son.