El negocio que sigue siendo el Valencia

Que haya tantos fondos interesados en nuestros activos es un mensaje muy claro, siempre que queramos entenderlo, claro

Toni Hernández | 13 DIC. 2022 | 00:01
Mestalla

El Valencia es un negocio con una enormes posibilidades para ganar dinero. Y eso lo sabe todo el mundo, aunque nos vaya más ahora mismo el papel de víctimas dando la imagen de que todo es una soberana mierda. Hay que hablar claro, aunque eso conlleve ciertos términos malsonantes, pero es que el tiempo de las buenas palabras y los mejores hechos, que luego no sirven para nada, se tienen que terminar.

El entorno se revolucionaba el pasado domingo con la noticia de que el fondo Atitlan, dirigido por Roberto Centeno, uno de los yernos de Juan Roig, está intentando comprar la deuda del Valencia a CaixaBank. La primera pregunta que debe surgir ante este hecho, más allá de hacernos cábalas con la familia política de nadie, es si de verdad hay negocio en esta mercantil. Y la respuesta es, por supuesto, que sí, porque nadie se mete en avisperos como estos sin tener claro que hay un margen de beneficio.

La segunda, que es más compleja y que el club debería explicar, es si esto puede ser realmente así o si existe algún tipo de cláusula dentro de los acuerdos que se tienen con el banco para poder tratar esta opción. Más allá de todas estas cuestiones, y de las mil explicaciones que daban unos y otros sobre este asunto, lo que queda muy claro es que esta empresa es atractiva, con sus cosas, que nadie dice que esto sea un mundo perfecto, pero sí muy interesante.

Ya sé que estas cosas nunca aparecerán en los análisis y en las noticias, quizá importa muy poco, y no tiene sentido, porque esto es lo que realmente la da valor económico a nuestro club, porque aquí no estamos hablando de sentimientos, sino de dinero, que aunque es una parte poco agraciada del circo, es lo que lo mantiene en pie.