El papel de Amadeo Salvo y Aurelio Martínez en la venta del Valencia

Su papel fue clave, eso nadie lo pone en duda, pero como en todo en la vida, si olvidamos el contexto de las cosas, perdemos la perspectiva

Toni Hernández | 21 NOV. 2022 | 00:02
Aurelio Martínez y Amadeo Salvo

Amadeo Salvo y Aurelio Martínez son los culpables de la venta del Valencia a Peter Lim”. Como concepto está insaturado, no lo niego. Otra cosa es que eso sea una verdad absoluta. Y parto de los antecedentes de hecho. Yo las tuve de todos los colores con Amadeo y le llamé presidente indigno cara a cara. En aquellos momentos fui insultado por casi todo el entorno del club, incluyendo periodistas que ahora piden su cabeza como si no hubiera un mañana. Amadeo y yo hemos hablado de aquello, y ahora mismo tenemos una relación cordial, pero ni lo uno ni lo otro quita el análisis de las cosas tal y como son. 

El Valencia debía entrar en concurso por muchas cosas, ese era el camino más sensato. El que tomó el Levante, por ejemplo, que hasta no hace mucho era un ejemplo de gestión brillante. Cosa que no niego ni dudo, por cierto. Pero el banco se negó porque perdía hasta la camisa. Esto se ha dicho muchas veces, pero es obvio que no las suficientes. A partir de ese momento había que buscar un inversor, que fue la orden del banco. Y lo cierto es que no tuvimos suerte, nada de suerte. Porque no vino nadie del corte que han visto pasar otros clubes, de ninguna de las maneras. 

El proceso dio asco y vergüenza, por parte de todos, y sembró un odio que aún está latente. Y luego se dijeron muchas burradas, como lo del estadio para el Centenario, la deuda cero, fichar y no vender… que falta saber si era la hoja de ruta que dijeron o que Aurelio y Amadeo se vinieron arriba. Con el tiempo, esa venta da la sensación de que fue más encaminada a evitar que entraran unos que a mirar bien los que acabaron haciéndolo, aunque esto último es sólo mi punto de vista. Amadeo Salvo y Aurelio Martínez son dos blancos fáciles, que sin duda cometieron errores, aunque culparles de todo me sigue pareciendo excesivo. Y vaya, si ellos también me pagan por decir esto, va a resultar que soy rico, y yo sin saberlo.