Gennaro Gattuso, entrenador del Valencia, a largo plazo

En el Valencia debemos confiar en Gennaro Gattuso. Y eso no sólo significa que nos parezca un fenómeno en su lectura del entorno, en medir los tiempos o en dominar la escena. Sino que se debe creer en su filosofía de juego, de ver el fútbol, de crecer en todos los sentidos. Ha congeniado con Miguel Ángel Corona, que nunca es fácil ni aunque sea el propio director deportivo quien elija al entrenador (conocemos mil casos que han acabado muy mal), y ambos tienen claro qué hacer y cómo hacerlo en el futuro a corto y plazo.

Por eso ambos han viajado a Singapur, porque quieren hablar con Peter Lim ellos también, y no sólo al revés. Lo que le vayan a comentar será ya cosa suya, y aunque seguro que hay muchos que afirman saberlo, eso lo tendrán claro los que participen en las charlas. Pero por encima de fichajes que se tengan que producir en esta ventana de invierno, que todos tenemos claro que deben ser varios, lo que se tiene que dejar muy claro es que esto es un proyecto a largo plazo, que cada partido es importante y que este curso debe dejarnos en Europa, o al menos ese debe ser el objetivo, pero que el gran reto es armar un equipo potente y poderoso que vuelva a jugar la Champions League de manera habitual. 

Más allá de algunas guerras artificiales que se han intentado armar a su costa, por encima de enfrentamientos que no llevan a ninguna parte (cuando lanzó un ataque a la prensa llevaba razón, pero esa no es su guerra, y no la pude ganar), está el fútbol, la idea, la filosofía, el concepto, y aunque cueste decirlo por los precedentes, el proyecto. Gattuso sabe lo que puede dar de sí este grupo, y más aún con refuerzos, y tiene cristalino que lo ideal es trabajar con gente en propiedad, porque la evolución es distinta, muy diferente. Veremos todo lo que se habla con Lim, pero que de allí tienen que venir órdenes de compra de varios jugadores es tan claro como el hecho de tener que traer un 6 de corte tradicional. Confiar es confiar, y eso se hace especialmente cuando las cosas no salen rodadas, que en el mundo del fútbol suele pasar bastante.