"El Valencia va a ser un buen equipo"

"El Valencia está en una etapa de crecimiento continuo, con un entrenador nuevo que le da mucho carácter. Está asumiendo lo que el entrenador quiere. Es un equipo joven que se está formando. Pero va a ser un buen equipo". No, las palabras no son mías, sino de Carlos Marchan, uno de esos mitos de este club con poco cartel, y que hablando de lonas, igual también se merecía una. Lo ha dicho en una entrevista en el diario AS, y supongo que nadie va a poner en duda sus palabras, ni tampoco creo que sea tildado de meritoner. Aunque si eso mismo lo dice alguien de aquí, los cañones se girarían en medio segundo para disparar con todo lo que se tuviera a mano. Ninguna prueba, pero ninguna duda. 

La preguntaban a Carlos si le gustaba el estilo de Gattuso, y decía que "sí, claro. He jugado muchas veces contra él, desde la Sub-21. Creo que es un año mayor pero me enfrenté mucho a él. Su estilo es atractivo, valiente. A veces sale bien, otras no pero la clave es insistir en ello". Insistir en ello aunque salga mal. Lo dice un tipo con más mili que el palo de la bandera y que se las ha visto de todos los colores en el mundo del fútbol, buenas y malas. Y que dice la verdad, define perfectamente cómo es este proceso, que no es inmediato ni fácil, pero que si se tiene paciencia, da resultados siempre. 

Esto es un poco lo que pasa en tantos órdenes de la vida. Si alguien muy cercano nos dice las cosas, no le hacemos caso o despreciamos su opinión. Pero si lo hace alguien de fuera, aunque diga lo mismo, siempre le tomamos mucho más en serio. La raza humana y su extraña complejidad. Supongo que Carlos Marchena querrá el mismo mal para el Valencia que cualquiera de nosotros, es decir, ninguno. Y que tiene un conocimiento de este deporte y sus momentos mucho más profundo que el más acérrimo de los aficionados, porque es normal. Y si alguien como él dice lo que dice, tampoco pretenderé que lo tomemos como si fuera palabra de Dios. Pero al menos sí que lo tengamos en cuenta antes de sacar las antorchas de fuego cada vez que algo no nos sale como queremos.