Pues que el Valencia no tenga que pagar 24 millones a Bruselas está bien, ¿no?

El Valencia estaba en un lío por culpa del crédito de la vergüenza, y gracias a Dios, hemos salido indemnes. El club recibió unas ayudas por parte de la Generalitat Valenciana (e insistimos en volver a los políticos, que parece mentira), que no estaban nada claras. Un crédito a través del Instituto Valenciano de Finanzas, a la Fundación del club, sin avales y sin ningún tipo de garantías de devolución… y así fue, porque no se pagó un euro en 5 años, con un par.

Bruselas investigó esa ayuda, y otras más, y le metió al club una multa de casi 24 millones de euros que se ha pelado desde el primer día, en la que se han invertido mucho tiempo y mucho dinero, y que finalmente, como no podía ser de otra manera, ha terminado generando una sentencia favorable, porque el Valencia no la tendrá que pagar. El peligro siempre ha estado ahí, de hecho, esa cantidad se tuvo que provisionar en el presupuesto varias veces, aunque afortunadamente no se tuvo nunca que utilizar.

Ahora que el peligro ha pasado de verdad, y para siempre, me gustaría recordar que todo esto vino por aquel famoso préstamo, ese que dio las llaves del Valencia a Bankia, el que nos metió en el lío en el que ahora seguimos, y que tuvo como cabeza visible a Manolo Llorente, que fue puesto como presiente por orden del banco.

No se trata de olvidar el presente para vivir en el pasado, sino de tener presente qué se hizo, quién lo hizo, y sobre todo, no dejar que nadie de esa época sea, ni remotamente, quien personaliza solución alguna para la entidad de Mestalla. Y es que leer y escuchar ciertas cosas, a los que ya tenemos unos años, es algo que nos supera, porque hemos vivido en primera persona todo el proceso.