La paciencia como método en el Valencia

En solo unos días se ha pasado de confiar en el entrenador y la plantilla a pensar poco menos que todo es catastrófico. Las redes sociales ejemplifican esta gran polaridad y los extremos, pero lo cierto es que es algo que también se percibe en la calle. Las ganas de que el Valencia regrese a su lugar crean una atmósfera de nerviosismo y ansiedad que no beneficia en nada al equipo, y menos a una plantilla tan joven que necesita confianza.

¿El equipo tiene carencias? Por supuesto, ¿Gattuso tiene que ajustar muchos detalles? es una evidencia, pero también hay que valorar que el italiano ha conseguido que en muy poco tiempo sus futbolistas asimilen un estilo muy diferente y lo mejor de todo, que la plantilla confíe ciegamente en él. Tampoco vamos a llevarnos a engaño ya que la paciencia nunca fue una de las virtudes de la afición del Valencia, no existió ningún entrenador al que se le perdonaran los tropiezos por muy poco tiempo que llevara en el cargo; la exigencia siempre es positiva pero los análisis definitivos en el mes de septiembre pueden llegar a hacer mucho daño a un nuevo proyecto.

Existen aficionados que se burlan y sacan de contexto el manido "hay que dejar trabajar", pero es que con la plantilla cerrada y un entrenador con ganas como Gattuso esa debería ser la premisa en este momento y no caer en el pesimismo absoluto a consecuencia de un comienzo irregular.