Dos formas de entender el valencianismo: Gayà y Soler

Se va Soler, otro murciélago del escudo, y nos queda el sabor amargo de que en este club, totalmente desquiciado y que parece navegar a la deriva, no podemos fichar a jugadores de nivel, y lo que es mucho más grave, no somos capaces de retener a las figuras que emergen de nuestra cantera. No seré yo el que ponga " a parir" a Soler por aceptar una propuesta de 4 millones netos por temporada durante las próximas cuatro.

Soler mira por su futuro, como la mayoría de los profesionales y pondera más la economía que el sentimiento. Como poco es respetable, y en mi caso hasta comprensible. No es descartable que acabe poniendo los conos de entrenamiento en el campo de Marte, allí debajo de la Torre Eiffel, y que al año que viene acabe cedido en cualquier equipo de Europa para tener minutos y sentirse futbolista. Pero él ya tiene asegurado un estatus de 4 millones, el PSG se tragará la amortización y pagará una parte de la ficha. Nos suena la canción , verdad?. 

La salida de Soler lo único que certifica es la nefasta gestión de Peter Lim en el Valencia , que impide pagar salarios de jugadores de Champions. Y el resultado es muy claro, somos un equipo de mitad de tabla. Tan triste como cierto. Y en la otra cara de la moneda esta José Luis GAYA. Profesional también, amante de nuestra tierra, sólo quiere vivir aquí, y más valencianista que nosotros.

El quiere ser el Capitán del equipo de su tierra, el murciélago del escudo, disfrutar de una titularidad indiscutible y de la aclamación de Mestalla. Por tanto, a poco que le hagamos un contrato decente, GAYA no se va. Y yo creo que no hay que lapidar a Soler, hay que alabar a GAYA; porque cuando este salta a Mestalla con el brazalete de la senyera, nos recorre a todos un escalofrío por el cuerpo difícil de explicar, como lo hizo en su día Pepe CLARAMUNT o Mario Alberto KEMPES.

AMUNT VALENCIA