Año convulso con un fin de mercado explosivo para Carlos Soler

Hace poco más de un año Carlos Soler se colgaba en Japón la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, el valenciano tuvo una gran actuación pero todavía era solo un buen jugador que estaba muy cerca de explotar. Poco después debutó con la selección española y se convirtió en un fijo para Luis Enrique, sus buenas actuaciones con la selección elevaron su cartel en el apartado mediático y ya entonces se empezó a hablar de su renovación con el Valencia.

Junto a Gayà, Soler era el símbolo de un Valencia que sufrió demasiado y estuvo muy cerca de volver a ser campeón en Sevilla. En este tiempo las conversaciones con el club fueron tensándose y cada vez era una opción más real el hecho de que pudiera salir. En lo futbolístico Carlos Soler fue debate de manera permanente, con actuaciones destacadas y otras en las que no brilló tanto y se le pidió más; la excusa de sus cambios de posición y la falta de compañeros adecuados siempre fue utilizada por sus defensores.

El verano ha pasado en medio de la tensión por las ventas, y en los últimos días ha estallado la bomba en el mercado y todas las partes decidieron que lo mejor era la salida del jugador. Una decisión arriesgada en lo deportivo para Soler aunque beneficiosa para sus intereses económicos. Para el Valencia una venta que en principio sabe a poco pero que teniendo en cuenta las circunstancias era inevitable. Para que el escenario sea todavía más convulso a última hora las posturas parecen haberse distanciado y todo puede ocurrir, en este punto Carlos Soler podría verse en una situación muy comprometida si el fichaje no se concreta, mientras que el Valencia tendría en plantilla a un futbolista que termina contrato y con el que en el peor de los casos podría llegar a no hacer caja.