Cómo sacar a Peter Lim del Valencia

Sólo hay una fórmula, de la que no se habla nunca, y ya no tengo claro si es por desconocimiento o porque no interesa

Toni Hernández | 27 AGO. 2022 | 00:02
Peter Lim

El tiempo de Peter Lim y de Meriton en el Valencia acabó hace ya mucho. El problema es que la fase de salida no es inmediata, como muchos han pretendido, ni tampoco fácil, porque sin comprador estamos condenados a lo mismo. Y no nos queremos dar cuenta que en el impasse, que nadie sabe de cuánto será, el club no se puede quedar parado a verlas venir, porque eso nos condenaría.

Y a los actuales gestores, que siguen siendo Peter Lim y su empresa Meriton, hay que exigirles que hagan lo que deben, que pongan en marcha el nuevo estadio, que hagan un equipo competitivo para volver a Europa, que la deuda siga bajando, que no nos hagamos más pequeños a todos los niveles. Y sí, cuando pasan cosas buenas, y como somos valencianistas por encima de todo, nos alegramos, lo que no significa que estemos de acuerdo con Lim, aunque visto lo visto, parece que es el pensamiento popular más extendido por parte de cierto sector, y no le encuentro la lógica por ninguna parte.

Pero yendo al tema, que al final es de lo que quiero hablar, la forma de sacar a Lim es sencilla. De hecho sólo hay dos. Una es la fórmula legal, es decir, que un juez le quite la administración de la entidad porque haya cometido ilegalidades manifiestas, probadas y condenadas. Y eso, de momento, no ha pasado aunque ya ha habido varios intentos al respecto. Y la otra es comprarle las acciones, al precio que se negocie, haciéndose cargo además de todos los compromisos que ahora mismo tiene el club en sus distintos frentes.

Es tan sencillo como eso, y mientras, por supuesto, podemos protestar de la manera que queramos, faltaría más, aunque debemos tener claro que la solución final, la real, para por una de estas dos vías. Lo demás son brindis al sol, por más que nos duela, que a mí tampoco me gusta que estemos así, pero es así. Y lo más duro de todo es que no veo una solución financiera en nadie de aquí, sino en un inversor de fuera, y eso, a estas alturas, ya sabemos también lo que significa.