Poner a parir a los fichajes del Valencia: no entiendo nada

Insultar o menospreciar a los fichajes del Valencia es algo que me supera. Y no, no es nuevo, para nada en absoluto. Cuando daba mis primeros pasos en este mundo del periodismo, pude cubrir varias de las ruedas de prensa más bochornosas de la historia, como las de Angloma, Djukic o Carboni, a los que se llamó, entre otras muchas cosas, viejos en su misma cara.

Este año, sin llegar a eso, que sólo faltaría (ya tuvimos otro capítulo especialmente salvaje con la llegada de Thierry Rendall, otro capítulo negro en cuanto a estas cosas), hemos visto cómo a Castillejo se le buscaba la vuelta con un tuit de hace años, a Lino se le tiraba en cara que no lo conocía nadie, o a Nico González que sólo piensa que volver cuando apenas si ha llegado.

El tema es buscarle la vuelta, la que sea, y no importa la forma o la manera, hay que atizar como sea. Esa gente, y la que venga, al menos durante un año, son nuestros jugadores, son los que van a marcar goles para nuestro equipo y evitar que nos los metan a nosotros. Los que deben llevarnos donde queremos ir, que luego veremos si con lo que tenemos nos da o nos deja de dar.

El hecho de darles estopa casi sin haber aparecido en Mestalla me parece lo que me parece, y por más que lo intento, no lo logro comprender. Esa gente no tiene la culpa de que Lim tenga el club como lo tiene o que no podamos invertir en fichajes, o que el máximo accionista no le dé la gana, que cada uno piense lo que quiera.

Me gustaría que todos triunfaran por todo lo alto, porque eso querría decir que hemos hecho un gran año. Y en junio del año que viene, pues veremos dónde estamos y qué pasa, que esto da más vueltas que la pelota, y nos olvidamos de vivir el hoy por estar pensando siempre en un mañana que no tenemos ni idea de cómo va a ser.