La hora de las renovaciones vitales en el Valencia
El futuro de Soler, Gayà, Guillamón y Diakhaby, pensando que todos se quedan, tiene que ser algo que se solucione de manera inmediata

En el Valencia es el momento de cerrar renovaciones que son vitales para el club en todos los sentidos, tanto deportiva como socialmente, y por supuesto, con un componente económico evidente. Y es que no podemos consentir estar como estamos, con varios activos básicos para la entidad entrenado en su último año de contrato y sin haber ampliado esa relación.
Los dos casos más flagrantes son Carlos Soler y José Luis Gayà, aunque debemos hablar también de Hugo Guillamón, por ser un productos de casa con todo lo que eso conlleva, y de Mouctar Diakhaby, que 4 años y 15 millones de euros más tarde, es mucho mejor jugador que cuando vino, y que sería un disparate que, con todo lo vivido con él, se fuera ahora el 30 de junio del año que viene sin dejar un céntimo en la caja.
Estas 4 cuestiones son absolutamente vertebrales, y mucho más pensando que la gran mayoría de fichajes del equipo van a ser como cedidos sin opción de compra de cara al curso que viene. Cada caso es distinto al anterior, y por lo tanto, no se pueden aplicar las mismas estrategias para todos. Soler y Gayà tienen un contexto claro. Son las dos estrellas del equipo, y emblema de la entidad.
Seguirán con una cifra de salario muy alta, la que más de la plantilla, pero por el contexto del club y para que todos estemos cómodos, su cláusula de rescisión, bien será “baja”, bien se llegará a un acuerdo para que con una cantidad concreta se puedan ir al final de cada curso. Si crecemos, se quedarán, y sino, se irán, así de sencillo.
Guillamón debe ampliar en breve, y seguirá creciendo, porque su edad y su formación así lo exige, y en principio no habrá problema en que continué, a pesar de los retrasos acumulados en este asunto. Y lo de Diakhaby es simplemente estrategia. Me da la sensación de que va a hacer un gran año, y renovarlo, aunque la idea sea venderlo el verano que viene, ya estaría bien. Manos a la obra, y que todo sea en agosto, por favor.