Los fichajes del Valencia y Miguel Ángel Corona

Sigue siendo el hombre fuerte en la parcela deportiva, no sé si vendrá alguien para estar por encima o no, pero se le ha tratado muy mal

Toni Hernández | 16 JUL. 2022 | 00:01
Corona, Castillejo y Bai

El entorno del Valencia ha sido cruel y despiadado con Miguel Ángel Corona. Adelanto que no me he tomado un café con él desde que vino, hace ya más de lo que recuerdo, y aunque hemos hablado bastante, ha sido sólo por trabajo. A Corona le han dado hasta el carnet de identidad por costumbre, por vicio y porque cuando se detecta que alguien no contesta, no se defiende, se convierte en presa fácil de todos. Y lo digo por propia experiencia.

Un tipo que llevaba mucho tiempo labrándose su futuro en el mundo del fútbol a nivel de dirección deportiva, que conoce este deporte y sus entresijos de manera más que sobrada, y que aterrizó en un gran sitio en el peor momento. Lo hizo de la mano de César Sánchez, que presentó su dimisión después de tomar una iniciativa a la que el club dio la vuelta. Él no se fue, no tenía razón para ello, y decidió quedarse cuando lo más fácil habría sido lo contrario.

Ha trabajado mucho, y eso el mundillo lo sabe, porque los agentes hablan con él, claro que hablan, y en este tiempo ha llegado a cerrar muchos jugadores para el club, pero luego no había OK de Lim a nada y las operaciones no se consolidaban. No le estoy defendiendo de nadie, que aquí somos todos mayorcitos y a mí no me pagan por eso, pero si hay algo que no soporto son las injusticias gratuitas, y con él, se han cometido muchas. Samu Castillejo, en su presentación, le tiró el mayor capote en todo este tiempo, confiando que lleva hablando con él muchos meses. 

Y como el caso del malagueño hay muchos, pero son tangibles los que firman, eso lo sabemos todos. No sé si finalmente será el director deportivo o se firmará a alguien más, pero sea como fuere, es un tipo con conocimientos y preparado, al que ha penalizado hacer su trabajo y estar callado. Y eso nos debería hacer pensar a todos, cosa que tengo claro que no pasará, porque el relato es el relato, y de ahí no se va a bajar nadie.