Cuando lo que es bueno en Madrid no es bueno para el Valencia

Almeida, alcalde de la capital, gestiona prebendas para el Atlético celebradas por "todos", pero aquí nos vendría mal que fuera así

Toni Hernández | 14 JUL. 2022 | 00:01
Wanda

Alabar al Atlético de Madrid y apedrear al Valencia por hacer lo mismo, o muy parecido. No comprendo muy bien algunas cosas que hacemos y asumimos como normales en nuestro entorno. Empiezo por lo “fácil”. Meriton es un desastre, ha gestionado peor que el enemigo desde el verano de 2019 y nos ha sumido en un caos que no tiene parangón en la historia reciente del club.

Nadie puede poner en duda esto y no admite ni medio segundo de debate. Como tampoco el hecho de ellos son una cosa, y nosotros, el Valencia, otra completamente distinta. A todos los niveles, y eso tendría que ser algo que tuviera muy claro todo el mundo, que es evidente que nada más lejos de la realidad. En Madrid, el alcalde Almeida le da prebendas a los colchoneros, que me parecen fantásticas, y aquí, andamos a palos a ver si el campo es para 70.000, 200.000 o 3 colegas del pueblo.

Y mientras, se pone en valor que han facturado 30 millones de euros al año más en el Wanda que en el Calderón, y que en 5 años, entre eso y la venta de los terrenos del antiguo campo, han pagado el nuevo. ¡Qué cosas! Resulta que ellos tienen un plan genial, igualito que el nuestro por cierto, les ponen menos pegas (porque después de todo lo que han dado al Madrid no pueden hacerlo), y va y les sale todo perfecto.

Y ojo, aún así, y tras 10 años seguidos en Champions, jugando dos finales y ganando 2 ligas, deben vender para poder ir al mercado a comprar jugadores. Las mismas circunstancias, aunque queramos verles mil matices, en Madrid son santa palabra y en Valencia resulta que no, que no se pueden hacer las cosas así, que se tiene que pasar por ciertos aros políticos y no traspasar no sé qué rollo de líneas rojas como si estuviéramos negociando la paz en ucrania.

Esto pasa desde que tengo uso de razón, pero eso no quita para que me siga dando la misma rabia viendo, además, que son los mismos de siempre los que lo llevan a cabo. Y como el contexto hace que todo valga, pues oye, adelante con los caballos como si no hubiera mañana.