Día I de la temporada más importante para el Valencia

En unos días se comienza a entrenar, con todo por hacer a falta de siete semanas para que empiece la competición

Toni Hernández | 01 JUL. 2022 | 00:01
Ciudad Deportiva de Paterna

Empieza la temporada 22/23 de manera oficial para el Valencia. Es 1 de julio, los contratos que vencían acabaron ayer, los que son libres ya puede ser presentados, aunque pueden haber firmado desde el 1 de enero, y se da el pistoletazo de salida a un nuevo curso futbolístico del que no está nada claro ni qué podemos esperar, ni tampoco qué objetivos reales nos debemos marcar.

La confección de la plantilla, que salvo los cedidos que han vuelto a sus equipos y Cheryshev, que no ha renovado, sigue siendo la misma, es la que nos tiene que dar respuesta a esas cuestiones, aunque a apenas 43 días del primer partido de Liga, no sabemos nada y todas las quinielas mentales que hemos no es que sean precisamente demasiado positivas. Hasta que no se cierre el mercado está claro que es arriesgado hablar, pero los análisis del momento se deben hacer, y ahora mismo estamos como estamos, y eso no se puede discutir por más que queramos.

Es la temporada más importante en la historia reciente del Valencia, y es algo que sé que llevo diciendo desde el año 2020. Pero es que justo desde ese año estamos viviendo un carrusel de sensaciones y de emociones que no nos deja ni respirar, y esta campaña todo apunta a que puede ser más salvaje aún.

Es más que posible que los “buenos” que nos quedan de la final de Copa de 2019 se vayan, y da caca vez más la sensación que serán todos, lo que deja al equipo descapitalizado a nivel deportivo, y además con muy pocos referentes a los que cogerse en el caso de que las cosas no salgan perfectamente bien desde el primer día. Hay mucho en juego, no sé si algo tan extremo como la permanencia, porque no sabemos la plantilla que tendremos al final, pero está claro que somos una incógnita gigante incluso para nosotros mismos, y eso, al menos a quien suscribe, no es que le guste demasiado.