La ATE, el Valencia y el nuevo dueño del club

La ATE es vital para que el Valencia tenga un nuevo máximo accionista en el corto plazo de tiempo, y para que el club tenga un valor más allá del sentimental que le tenemos todos. Podemos seguir haciendo una guerra de guerrillas contra Meriton, que está muy bien y se lo han ganado, pero si no tenemos claro que ellos son efímeros, que pasarán, y que nosotros vamos a estar aquí siempre, nos estamos equivocando y mucho.

Separar el Valencia de la empresa de Peter Lim es algo que algunos venimos reclamando mucho tiempo, el mismo que gran parte del entorno no nos hace caso, y luego pasan las cosas que pasan. La ATE caduca en 2025, como todos sabemos y llegó a confirmar Sandra Gómez, y en ese proceso con tantas aristas, y por supuesto, siempre sin saltarse la legalidad (que eso es aplicable a todas las partes del conflicto), se ha de ser sensato partido de ese punto de interés general que es lo que motiva todo el revuelo que hay en torno a este asunto.

El Valencia, repito, tiene valor en tanto en cuanto esa ATE está viva, porque en caso contrario, no tenemos más activos que un campo por acabar y un solar que pierde sus 90.000 metros cuadrados útiles, con todo lo que eso conlleva, que es mucho. El club ha dado pasos, muy sensatos y muy fuertes, aunque se les quiera quitar mérito y valor porque Meriton es el caos absoluto y eso nadie lo discute, pero que con un dinero que les ha caído del cielo, y por obligación, han trabajado en algo bueno, eso tampoco se puede negar. Porque si siempre vamos contra todo, sea lo que sea, perdemos la perspectiva de las cosas, y eso siempre resta credibilidad.