En el Valencia pasan peligrosamente los días, y no las cosas

Encaramos el tramo final del mes de junio y seguimos como estábamos, más o menos, con todos los frentes igual de abiertos...

Toni Hernández | 22 JUN. 2022 | 00:03
Mestalla

Esa sensación de que en el Valencia pasan los días pero no las cosas, que no es nada nuevo, es algo especialmente incómodo y desesperante, al menos para quien suscribe. Y es que desde que tengo uso de razón periodística, cuando pasan estas cosas, me desespero, porque no entiendo los parones, no entiendo que hayamos hecho muchas cosas antes, no entiendo este tiempo de la nada que hemos vivido desde que se perdió la final de la Copa del Rey.

Ese día, y ya son casi dos meses, estaba claro que el curso había terminado, que había que tomar un montón de decisiones, y que el tiempo no era precisamente un factor que corriera a nuestra favor. Hemos decidido emplear esas semanas en cambiar de presidente, algo muy necesario por higiene mental del entorno, pero sin dejar de tener claro que Anil Murthy era simplemente una pieza en el tablero.

Y hemos cambiado de entrenador, algo con lo que casi nadie estaba de acuerdo, y que de alguna manera, nos ha hecho perder un año, porque adaptarse al estilo de Bordalás no es fácil, y es algo que estaba haciendo el equipo. Y hasta aquí, nombramiento de Sean Bai como director general al margen, todo lo hecho, al menos de forma visible, por parte del Valencia. Con esto no vamos a ninguna parte, y aunque hubo una reunión con los medios el pasado lunes, en la que al menos se trataron todos lo temas que ahora mismo son urgentes, eso no es suficiente.

De alguna forma se tendría que confirmar que el 30 de junio no se acaba el mundo, algo que se ha filtrado pero que se tendría que explicar. No sería malo, aunque fuera duro, que se confirmara que se van a vender a jugadores importantes, porque citarlos para el 5 de julio tampoco ayuda a calmar nada.

Y que se tuviera el detalle de explicar, de una vez por todas, el proyecto que se supone que tiene Meriton para el corto y medio plazo, también sería algo esencial. Todo eso es “fácil” de hacer, más que ejecutar todo lo pendiente, seguro, pero para correr primero hay que andar, y no hablar… a no ser que las palabras se conviertan, en el corto plazo, por supuesto.