Los fichajes del Valencia y el Fair Play Financiero

Las reglas, que parece que son más para unos que para otros, nos tiene atados de pies y manos, y sin vender, no hay nada que hacer

Toni Hernández | 16 JUN. 2022 | 00:04
LaLiga

El Valencia tiene que liberar 16 millones de euros en salarios de jugadores para poder cerrar fichajes. Esa es nuestra realidad a día de hoy, que se suma a la necesidad de equilibrar las cuentas en unos 50 millones de euros, un poco más de esa cifra, según la memoria presentada por el club en la última junta general de accionistas. Las reglas del juego impuestas por la Liga son estas, no hay otras, y aunque con el Barcelona parece que se hizo una excepción en enero y se está preparando otra este verano (Tebas ha dicho que “si el Barça activa ‘palancas económicas, podrán fichar jugadores. El Barca NO está arruinado. Es una máquina de hacer dinero, y ha estructurado su deuda bastante bien”), con los demás, que igual no somos tan máquinas generando dinero, no tiene de que vaya a pasar lo mismo.

Sin excepciones, las reglas dicen que el Valencia tiene excedido su límite salarial en aproximadamente el doble, y el control económico solo nos permite contratar acogiéndonos al artículo 100. Para poder incorporar nuevos jugadores (eso incluye a Duro o a Alderete), hay que liberar x4 la cantidad que estos ocupen anualmente. Por ejemplo, el fichaje de Hugo Duro debe compensarse liberando aproximadamente 14 millones en fichas. El Valencia, además, ha de compensar pérdidas para cumplir con el FPF, y eso, sin ingresos extra, implica ventas. Algo que ya era obvio y necesario para optar a la inscripción de Duro en el punto 2 mencionado. 

El problema es que hay ventas recomendables para aligerar el límite financiero que no lo son contablemente, caso Maxi o Cillessen. Soler o Gayà son el caso inverso. Hay relación entre ambas, pero el beneficio de las 2ª se vería reflejado en el siguiente mercado (Enero). Leer a @lescaire1, y luego acordarte semanas más tarde de lo expuesto, te suele dar muchas de las claves que tenemos delante. Meriton es lo que es, pero hemos de enfrentarnos a unas reglas que nos tienen cogidos, y bien cogidos, de ahí mismo.