Los tiempos innegociables del Valencia con Soler y Gayà

El Valencia tiene que marcar una ficha límite a Carlos Soler y José Luis Gayà para que, o bien renueven su contratos (cosa de la que estaría encantado), bien para que traigan una oferta al club que sea buena para todas las partes. En ningún caso podemos contemplar que se llegue ni al comienzo de la pretemporada con la situación que tenemos ahora mismo. Jamás se debía haber llegado aquí así, pero entre unas cosas y otras, entre la inacción del Valencia tantas veces, y la postura de los jugadores, lógica absolutamente desde su punto de vista (pensar que no pueden o no deben ser egoístas y que por ello no son valencianistas es absurdo), ha hecho que nos encontremos en el verano previo al fin de sus contratos con los deberes por hacer.

Ahora mismo, la posición más débil es la del Valencia, pero de largo y con mucho, porque no tenemos la fuerza máxima para forzar en unas negociaciones, ni tampoco estamos en disposición de tirarnos faroles, que todo el mundo sabe que no podemos asumir. Lo único que se puede hacer como club, llegamos a un punto muy extremo que no tendría que darse de ninguna de las maneras, es dejar sin jugar en todo el año a quien no renueve su contrato y no traiga ninguna oferta. Una postura muy macarra, de otro tiempo, lo tengo todo muy claro, pero es que no podemos dejar que nadie, con ese valor, se pueda marchar de aquí gratis como si tal cosa.

Entiendo a los jugadores y a sus agentes, y es muy probable que actuara de la misma forma en su lugar. Pero debo ponerme en la piel del Valencia, de un Valencia lógico, sensato y fuerte, y si ese es el contexto, no quedaría otro remedio que actuar de esta manera, muy a pesar de todos, estoy completamente seguro. Desde el primer momento se ha dicho que nadie quería hacer daño a nadie, y que caso de salir, se haría bien y sin que afectara al Valencia. Me pongo en la piel de los jugadores, pero el Valencia siempre está por delante.