Valencianistas de pega que vienen bien y traidores porque yo lo digo
Cualquiera que pasa con un poco de vista es elevado a unos altares que no le tocan, mientras a otros se les niega el pan y la sal

La máquina de dar carnets de valencianista está a pleno rendimiento. Una vez más digo que yo mismo la usé hace años, que me avergüenzo de ello y que pido perdón a todo aquel que pude ofender. Hay cosas que sólo se entienden con la perspectiva del tiempo y dándole cierta distancia a las cosas, y eso fue lo que me ocurrió hace un tiempo. Por eso no soporto cuando veo a alguien hacer lo mismo, cual si fuera un ex fumador de estos ultras que dio soporta el más mínimo hilo de olor a tabaco.
Ahora mismo, cualquier tipo avispado que hace un guiño contra Lim es más valencianista que el murciélago del escudo, y amigo, por ahí sí que no paso. Se llame Manuel Carrasco o como sea, que al final su trabajo es cantar y vender discos, y no darnos lecciones de nada. Ver encumbrado a este chico por unas frases preparadas y que sólo tenían como objetivo quedar bien con el público me parece muy peligroso, y más cuando se está apuntando con cañones enormes a tipos como Soler y Gayà porque no salen públicamente a cargar contra la propiedad o a Bordalás se le ha tildado de traidor porque en su rueda de prensa de despedida no hizo lo mismo.
Extensivo a medios nacionales que pasan de nosotros como norma y que ahora se acercan porque con un poquito de demagogia ganan adeptos en un contexto encabronado. Se nos está yendo la cabeza en muchas cosas, y digo “nos”, a todos, porque aquí formamos parte de la misma realidad, no es algo que afecta a unos más que a otros.
La gestión de Meriton produce muchas cosas, pero lo que genera desidia, que tengas ganas de olvidarte de todo, al menos a quien suscribe, son este tipo de cosas y de comportamientos. Que vengan de aficionados me parece bien, porque ellos son más que libres para hacer, pensar y decir. Pero cuando se traspasa el umbral de la opinión pública, ahí es cuando estamos pisando un terreno cenagoso que da mucho pánico. No, el valencianismo no es el momento, es el siempre, el que mande el que mande, el ganando o perdiendo.