La venta del Valencia, ¿tratada en Singapur?

La reunión entre el máximo accionista y el presidente tiene la agenda cargada de temas, y veremos si este es uno de ellos, porque está en boca de todos

Toni Hernández | 28 MAY. 2022 | 00:02
Peter Lim

¿Peter Lim le va a decir a Anil Murthy que el Valencia está en venta, y que se lo traslade a las instituciones valencianas? Pues ahora mismo, sin tener ni la más remota idea de lo que pueda estar pasando por la cabeza del máximo accionista del club, no lo descartaría, aunque no tengo ni media prueba de que vaya a ser así.

Entiendo también que me estoy volviendo muy retorcido con la edad, y que en esto empiezo a ver mucho más allá de lo evidente, y eso nunca es bueno. Si se trata de un pulso entre unos y otros, el que menos tiene que perder es Lim, porque al final, parte de su inversión la dejaría morir, y los que saldríamos más perjudicados seríamos todos los valencianistas. Poner a la venta el club es un arma de doble filo, sobre todo si nos lo ofrece a nosotros.

No sé qué quiere sacar en cuanto a dinero, aunque todo apunta a que por menos de 300 millones de euros no está dispuesto a negociar, y eso, aquí en Valencia, no se lo va a pagar nadie. Pero si lo ofrece de forma abierta, tendrá que haber una respuesta, tampoco tengo claro de quién, pero alguno tendrá que decir algo. Que Murthy sea el interlocutor tampoco me parece la más brillante de las ideas, porque ahora mismo no creo que haya nadie en el entorno del club más desprestigiado que el presidente, pero si tampoco piensa afrontar un relevo en ese puesto, que tampoco arreglaría lo esencial pero que al menos calmaría un tanto al entorno, no habrá más remedio que seguir viendo al diplomático como representante de la entidad.

La venta del Valencia, en un contexto muy concreto de las cosas, puede ser un arma de doble filo, y como vengo diciendo ya muchos días, el que pueda moverse para traer a alguien capaz de sentarse a negociar con Lim, que lo haga. Y que se le ayude, porque algo me dice que estamos a las puertas de una situación que no hemos vivido nunca, y no tengo nada claro que sea precisamente buena.