¿Qué futuro le espera al Valencia?

El futuro del Valencia a corto plazo. Si hay una sensación que no soporto es la incerteza, el no sabe qué va a pasar. Llego a sentir agonía existencial, no puedo dormir y se me vuelve un carácter mucho más desagradable de lo normal. Y si encima eso está relacionado con el Valencia, todo es mucho peor. Después de casi 48 años, no entiendo mi vida sin mi jodido equipo, y mira que llevo años intentando poner distancia, pero no lo consigo, no hay manera.

Después de 11 años retirado de la radio y de la televisión, he sentido ganas reales de volver por primera vez, porque no puedo ver que no hago nada por cambiar las cosas. O que necesito hacer las que he hecho toda la vida, que también puede ser. Y es curioso, porque cuando vamos bien, no sientes las mismas ganas, porque todo fluye y lo disfrutas.

Es cuando todo está como ahora, en este caos tan desagradable y pesado, en el que te da miedo entrar en internet porque puede ser que haya saltado por los aires otra cosa más. No sé qué futuro le espera al Valencia, y ahora me molesta más aún que de costumbre, porque ya no es sólo el equipo de mi abuelo, de mi padre o el mío, ahora es el de mi hija, y es muy jodido, mucho, que una niña que no ha cumplido 8 años te pregunta si un día vamos a desaparecer.

No, eso no puede ser, ese no puede constituir el destino del Valencia, me niego y me rebelo, aunque no tengo muy claro aún cómo hacerlo para que sirva para algo. Aunque entiendo que mientras haya gente a la que nos importe qué nos puede pasar, la llama siempre estará viva. El futuro, de alguna forma, depende de nosotros.