Los dos caminos del Valencia de Meriton

La cuerda se ha tensado demasiado y la propiedad solo tiene dos caminos si no quiere dejar caer al club y consumar el desastre absoluto

Jose Hernández | 26 MAY. 2022 | 08:00
Protestas en Mestalla

El Valencia ha llegado a un punto de no retorno, la presión social ha cobrado protagonismo y es hora de tomar soluciones de verdad para que la nave no caiga definitivamente. Todo puede ir a peor pero podemos decir que el Valencia CF ha tocado fondo como institución, en lo deportivo es intolerable que el equipo navegue en mitad de la tabla y al mismo tiempo la actitud de los dirigentes es absolutamente negligente y déspota con el aficionado. La reunión de esta semana en Singapur tiene que traer cambios y a Meriton solo le quedan dos opciones: colaborar para encontrar una salida viable o dar un giro radical en su gestión (algo que a estas alturas ya no podemos esperar teniendo en cuenta los precedentes).

La presión de los aficionados tiene que continuar porque la propiedad empieza a resentirse; la imagen que está proyectando Peter Lim a nivel empresarial puede forzarle a acelerar su salida, pero el valencianismo tiene que ser consciente de que debe existir una alternativa económica muy fuerte para que esto suceda. ¿Está dispuesto el capital valenciano a asumir este compromiso? Sería lo deseable, o al menos trabajar en alternativas que vengan del extranjero, que estén dispuestas a apostar por el Valencia y tengan una visión empresarial y deportiva coherente. Porque de nada serviría que Meriton abandone la nave y lleguen al club otro tipo de especuladores del mismo perfil.

La otra opción es que Peter Lim decida dar un giro radical y "limpie" el Valencia de arriba a abajo. Como decimos, hay que ser muy optimista para pensar que esto pueda suceder, el máximo accionista ya derribó dos proyectos ilusionantes y ha demostrado su nula capacidad para crear una estructura de verdad. También tiene claro que su idea no es la de invertir más capital en el Valencia y definitivamente ha cerrado el grifo. El camino no puede ser el de vender a los mejores jugadores año tras año y salir a competir con una plantilla cogida con pinzas, eso definitivamente conduce a penuria deportiva y ruina económica. No hay más oportunidades ni balas en la recámara, Peter Lim tiene que actuar con decisiones contundentes ya sea en una dirección o en otra.