Lo que significa estar sin Europa para él Valencia

Que el Valencia no esté en Europa es un drama, económico y deportivo. Confieso una cosa, y sé que esto le va a molestar a mucha gente, pero yo tampoco tengo la culpa de haber nacido cuando lo hice. Recuerdo ir con mi padre a Mestalla a ver al Goteborg o al Anderlecht, y ver volar sillas después de un partido contra el United mientras me cogía de la mano y yo volaba más que andaba por Micer Mascó camino al coche. Eso pasó entre 1982 y 1983, cuando no había cumplido 9 años, y tampoco tenía clara la diferencia entre competiciones. De este modo, mi primer partido “de verdad” en competiciones europeas fue en 1989, con 15, y ganamos 3-1 al Vitoria de Bucarest con goles de Quique Sánchez Flores, Emilio Fenoll y Toni “Lambada”.

¿Qué quiero decir con esto? Pues que mi generación no ve tan extraño no jugar Europa, aunque por supuesto no me gusta, me molesta, me cabrea y tengo claro que nos hace falta. Pero más allá de estar o no estar (si llegamos a ganar una tanda de penaltis habríamos jugado, y eso no cambia la realidad que tenemos), lo que debemos conseguir es la fórmula para poder estar siempre, o casi, y por supuesto en la importante, en la Champions League, que es la que económicamente puede hacer “milagros”. Las bases deben ser sólidas, y aquí sí compro que el espejo donde mirarse sean el Sevilla o el Atlético de Madrid, especialmente los segundos, que ya van a por una década sin interrupción en la máxima competición de clubes del mundo.

Lo que significa no estar en Europa, especialmente en la Champions, es que no entra dinero. Y claro que pueden venir jugadores sin estar en ella, pero te cuestan más, traerlos y en dinero. Y significa que pierdes prestigio, que entran menos patrocinio, que tu marca vale menos en la globalidad del mundo. Que sus acciones valen menos dinero, señor Lim, para que todos tengamos claro lo que quieren decir las distintas situaciones, y que nos afectan a todos por igual, seamos aficionados o máximos accionistas. Teniendo claro el problema, lo que no termino de entender es la causa por la que no hemos puesto en marcha la solución.