El traspaso de Carlos Soler al Barcelona (o donde sea)

Las partes están negociando, quieren llegar a un acuerdo, y hasta que no termine el proceso, "pegarse" no tiene ningún sentido

Toni Hernández | 03 MAY. 2022 | 00:01
Carlos Soler

¿El Valencia puede cerrar el traspaso de Carlos Soler al Barcelona? Al Barcelona o donde sea, vaya. Pues sí, puede, no nos podemos engañar y menos a estas alturas. Ahora bien, como todos sabemos, para eso se deben dar una serie de circunstancias que se supone que se está trabajando para evitar. Como el propio club decía en su enésimo comunicado en forma de desmentido (y ya hablamos de esto también), "mantiene actualmente negociaciones abiertas con el futbolista y sus agentes para extender su vinculación contractual con el Valencia CF”. O sea, oficializa lo que ya sabemos desde hace varios meses, y es que ambas partes están por la labor de seguir vinculados.

Y no descartemos que Soler pueda renovar y marcharse en 2023, que todo puede pasar, pero nos estamos centrando en el verano de 2022, en el aquí y en el ahora, y en la ristra de rumores y posibilidades que pueden darse en el corto y medio plazo. Todo ello si no se cierra todo de una vez, que sin duda sería la forma más óptima de poder zanjar el asunto de un plumazo y quitarse un quebradero de cabeza de encima. Si el Valencia y Soler, y sus agentes, están negociando, que es público y notorio, y hay hecha una oferta clara para que siga (la famosa de los 3 millones de euros netos por temporada), se puede retocar alguna cosa, que siempre los contratos son muy sufridos para estos temas de flecos, pero dudo mucho que haya grandes cambios o que se le suba la cantidad fija de un modo importante.

Si el futbolista se quiere quedar, se quedará. Y si se quiere ir, que lo entiendo a la perfección por todo, se marchará. Y en ese momento, el Valencia deberá intentar sacar la máxima cantidad de dinero posible por él. Ojalá y ese contexto, con el Barcelona o con quien sea, no se tenga que dar nunca, pero en un asunto en el que todo el mundo tiene razón, lo que toca es dejar que las partes hablen lo que tengan que hablar, y luego, en función del resultado final, y cómo se haya llegado a él, actuar. Aunque mucho me temo que ya es tarde para todo esto.