El Valencia debe explicar su proyecto deportivo 22/23

Si yo fuera el Valencia, daría una rueda de prensa esta semana, con el presidente, el entrenador y el director deportivo, y explicaría qué quiero hacer de cara al próximo año. Las palabras de Kiat Lim antes de la final de Copa del Rey me han hecho ganar un optimismo que tenía perdido, aunque entiendo que es más por las ganas de que mi club haga las cosas bien que por la fe que pueda tener en que ello suceda. Y me duele, porque ahora mismo, desde fuera, veo tan sumamente fácil lo que hay que hacer, que me dará mucha rabia que no se lleve a cabo. Siempre he dicho que un club no puede vivir de cara a lo que le pide el entorno, porque se equivocaría muchas más veces, pero tampoco puede hacerlo de espaldas a él, que es lo que lleva pasando en el Valencia desde hace casi 3 años.

Y eso no tiene ningún sentido, porque con todo, el aficionado responde, siente su escudo y su camiseta, va al campo, vive la entidad, y no se le puede pagar con la moneda de la indiferencia o de la falta de respeto, porque es terriblemente injusto y grosero. Contar las cosas de cara te puede hacer pasar un mal rato, porque cuando todo lo que tienes que contar no son buenas noticias es lo que pasa, pero mi madre me ha dicho siempre que más vale una vez rojo que 100 colorado, y parece mentira que en una cultura como la oriental, donde los proverbios son una parte esencial, no haya ninguno parecido a este.

Sal y cuenta a la gente la verdad de cómo estamos. Apóyate en los grandes profesionales que hay en el club para hacerlo bien, y que el mensaje cale y sea directo. Que sepamos muy bien todo lo que viene, sea bueno o menos bueno, y que el valencianismo deje de estar incomunicado con su escudo. Ya de paso levanta de una vez el veto en las redes sociales, que es poco menos que una broma después de casi un año, y simplemente normaliza lo que tiene que ser un club de fútbol con una masa social inmensa y gigante, en número y en pasión. Igual Meriton se lleva una sorpresa, porque seguro que les dirían de todo, pero aquí sabemos cómo reaccionar cuando nos dicen las cosas como son.