Construir un gran Valencia en torno a José Luis Gayà

El Valencia debe construir un gran equipo en torno a José Luis Gayà. De Carlos Soler hablaremos con calma, porque aunque en muchas cosas van de la mano, son temas que se deben tratar de forma distinta. Las lágrimas de Gayà son parte de la historia del club, no tengo claro si colocarlas a la misma altura que las de Cañizares en Milán, pero está claro que son la muestra de sentimiento más salvaje en un jugador que hemos visto en mucho tiempo.

El sentido de pertenencia es algo más que probado en el lateral zurdo, que no tiene que demostrar nada a nadie, aunque también tengo claro (y eso es algo muy personal), que en ese llanto iba mucha frustración por un año que ha sido muy malo para él, en el que ha padecido demasiadas lesiones y en la que no rendido como él puede, como él sabe, y sin lugar a ninguna duda, como él quiere. Todo ha salido mal, y el epílogo no ha podido ser más dramático. Ahora mismo, creo que nadie en el entorno del club discutiría que se le diera lo que pide por renovar, y que él fuera la primera base de un equipo que debe volver a ser fuerte, y no sólo hablo de jugar finales, que eso es algo que luego depende de muchos factores.

Tipos como Gayà enganchan al proyecto, a jugadores y aficionados, y nos hacen sentir que seguimos siendo importantes, y que el hambre de volver nos devolverá al sitio que nos corresponde. Y estamos hablando de uno de los mejores del mundo en su puesto, que eso, aunque sea de Pedreguer, no es algo que podamos dejar de lado, que demasiadas veces lo hacemos de menos y no es justo ni lógico. Debe ser la primera piedra angular, y debe ser oficial ya, porque la política de gestos, en este caso, es tan importante como la política de hechos, y de eso necesita mucho esta afición ahora mismo.