El Valencia de Meriton debe estar a la altura de un momento clave en la historia

Son muchas cosas las que hay en juego en este momento, y no es que no se puede cometer un error, es que hay que acertar en todo

Toni Hernández | 22 ABR. 2022 | 00:03
Murthy y Lim

El Valencia de Meriton, el que preside Anil Murthy y cuyo máximo accionista es Peter Lim, debe estar a la altura del momento histórico que vive el club ahora mismo. No verlo es estar ciego, algo que parece que sucede demasiadas veces con los asiáticos, pero ahora mismo las cosas han cambiado de forma radical en algunos aspectos, ya no hay margen para nada más, y la táctica usada tantas veces de pegarle una patada la pelota hacia delante, ya no se sostiene de ninguna de las maneras. Se han encontrado con una segunda final de Copa del Rey en 3 años (nadie dábamos un duro en agosto por estar ahora mismo en Sevilla), y eso les debería servir para darse cuenta de muchas cosas, pero de muchas.

El modelo de gestión de la entidad debe ser otro completamente distinto, de arriba a abajo, y si eso no ocurre, lo que debe suceder es la venta de las acciones por parte de Lim, su ya más del 90% del total de las que tiene el club. Eso no va a pasar en el corto plazo ni es tampoco el momento de hablar de ello (tiempo tendremos en cuanto pite el árbitro el final del encuentro, que a nadie le entre el ansia), pero es obvio que, pase lo que pase en La Cartuja, el Valencia tiene que ser otro por completo justo al día siguiente.

Y que si eso no sucede, repito, tanto si se gana como si se pierde (y especialmente en el segundo caso), estaremos abriendo la puerta a un periodo de mediocridad que no tengo nada claro cuándo acabará. Meriton es lo que es, nadie lo va a descubrir ahora. Pero si no venden, tienen que cambiar, de forma radical, porque no nos pueden tener a todos en pie de guerra, o incluso peor, a demasiados miles pasando de todo demasiado, que eso es lo peor que le podría ocurrir a la entidad. Dicho todo esto no tengo demasiadas esperanzas de nada, pero está claro que hay que replantearse muchas cosas en todos los sentidos, una vez volvamos todos a la ciudad.