El centro del campo del Valencia de Bordalás en Sevilla

No vamos a elaborar, lo sabemos, y nos toca destruir, robar y golpear a la espalda... pues hagámoslo con los mejores para eso

Toni Hernández | 21 ABR. 2022 | 00:03
Soler y Guillamón

El gran problema del Valencia 21/22 es el centro del campo. Eso es algo que tenemos claro desde antes que empezara el curso, porque en una zona donde se habían perdido nada menor que 3 titulares esenciales en 2020, no había venido nadie, a pesar de la necesidad manifiesta. La salida de Wass, sin ser buena, porque deportivamente no lo es, tampoco podemos decir que haya sido una catástrofe, porque la sensación era que el danés era fijo porque no había más de dónde coger.

No es hacerle de menos, sino simplemente hablar de fútbol, que cada uno luego se ofenda por la parte que le toque, que las pieles finas están a la orden del día. Racic no ha dado era salto que se esperaba, o al menos el que le ha pedido Bordalás (a las pruebas hay que remitirse), e Ilaix Moriba se ha ido deshaciendo conforme pasaban las semanas, incluso teniendo ahora mismo un papel más bien tendiendo a residual. Con todo y con eso, nos quedan Carlos Soler y Hugo Guillamón como fijos para el partido contra el Betis, aunque sabemos que el rol tiene que ser uno concreto, y en el caso especialmente del chino, no puede ser otro, porque aunque le pondrá voluntad y ganas por encima de la cabeza, lo que más necesitamos ahora es acierto, mucho acierto, y para eso debe estar en los más parecido que haya a su sitio.

Elaborar no vamos a elaborar, eso lo sabemos, y todos tenemos claro que el partido lo tenemos que ganar desde la presión y el sufrimiento. Muchos minutos sin el balón, aunque no necesariamente corriendo detrás de él, e intentando que el rival no tenga ritmo, no haga que el esférico corra rápido, que no se sienta cómo de ninguna de las maneras.

Si todo eso pasa, estaremos más cerca de ganar. Y eso pasa porque el centro del campo, lo componga quien lo componga, y se disponga como se disponga, esté bien, centrado y al máximo, porque debemos pensar que el resto de puestos estarán bien cubiertos y que la gente cumplirá el cometido asignado. Entiendo que habrá alguna sorpresa, si podemos contar a Foulquier como tal, pero es que en esa zona del campo estamos condenados a correr, trabajar, pelear, y sobre todo y por encima de todo, no cometes errores que nos puedan costar goles en contra, algo que no nos podemos permitir.