Hugo Duro y Gonçalo Guedes, la delantera del Valencia, ahora

Los dos han sido los tipos más importantes en la vanguardia, y junto con Bryan y Soler, los que deben marcar la diferencia ofensiva de este equipo

Toni Hernández | 16 ABR. 2022 | 00:02
Guedes y Duro

La delantera titular del Valencia en la final de la Copa del Rey de Sevilla debe ser la formada por Hugo Duro y Gonçalo Guedes. Puedo entender a José Bordalás cuando mete al madrileño a la izquierda, porque su capacidad de trabajo es tal que allí también cumple su papel, aunque no sea donde más puede destacar y aportar al equipo. Y menos con el luso jugando de 9, tal y como vimos en Vallecas el pasado lunes. Este equipo ha funcionado bien con una ida clara. Tres centrales dos carriles largos, y con la asociación de Duro, Guedes, Soler y Bryan en ataque.

Con eso tienes peso en las dos partes del campo, te proteges en tu área, que es una de las obsesiones de Bordalás (lógica por otra parte) y haces daño en la contraria, que es donde hemos empezado a ser menos eficaces. Y es que no podemos ser un equipo que juegue a intercambiar golpes porque nos falta calidad para ellos, y sobre todo, consistencia defensiva para poder salir de esa manera a los partidos. No sé si sólo es la teoría de la manta, pero está claro que para todo no nos da de ninguna forma. No sé cómo jugadores hoy, pero tengo claro que debería ser una especia de ensayo general para Sevilla, ya que no creo que eso vaya a pasar en Villarreal la semana que viene, que no es día.

Y si eso es así, Duro y Guedes deben estar en punta, porque así es como el equipo se encuentra más cómodo, y donde podemos ver más a Soler y Bryan, que deben ser dos tipos desequilibrantes en el partido de La Cartuja. Y por supuesto Guedes, que debe ser punta, pero no el primero, sino con alguien que le haga por delante el trabajo sucio, que sepa jugar de espaldas y que trabaje a los centrales, algo que él no sabe hacer, porque lo suyo es otra cosa que nos hace falta como el respirar, no lo olvidemos. Veremos qué pasa hoy, aunque está claro que todas las miradas están puestas dentro de una semana, y eso ya no lo vamos a poder parar nadie.