¿Qué va a hacer Peter Lim con los fichajes y traspasos del Valencia?

De lo que tenga en la cabeza el máximo accionista, sea lo que sea, depende en gran medida el futuro de la entidad

Toni Hernández | 28 MAR. 2022 | 00:05
Peter Lim

La gran pregunta en torno al Valencia es qué piensa hacer Peter Lim con la planificación deportiva. Qué idea tiene, en definitiva, de cara a los traspasos y a los fichajes, y si piensa en volver a armar un equipo fuerte, lo que equivale a invertir, o seguirá primando equilibrar las cuentas, que no podemos decir que sea algo demoníaco, pero no es el fin último de un club de fútbol que vive, en gran parte, de generar ilusión entre sus aficionados.

No le digo al máximo accionista lo que tiene que hacer, entre otras cosas porque hace ya muchos años que no escucha, pero está claro que esa incógnita se tendría que despejar, y más allá de las órdenes internas que puedan haber recibido Anil Murthy o Miguel Ángel Corona, o incluso José Bordalás de cara a saber qué tipo de plantilla puede tener a su disposición el próximo curso. El futuro del Valencia, en definitiva, está en juego en muchas partidas simultáneas, pero la deportiva es una para esencial, ya que es la que sustenta de alguna manera todo lo demás. A este equipo le faltan varias cosas, sin vender a nadie clave, para poder competir de verdad con los de arriba y que Europa sea una obligación por nivel.

Pero esos jugadores deben llegar, porque en caso contrario, estaremos poco más o menos igual que este año. Si hay que traspasar futbolistas, que puede ser una opción para crecer en el margen de Fair Play Financiero, el problema nunca será que se vayan, sino los repuestos que vengan a cubrir su hueco. Si se pretende estar con los buenos hay que gastarse dinero, hay que invertirlo. Dicho de otra forma, se debe arriesgar, con todo lo que eso conlleva. Este club necesita jugar la Champions League, por prestigio y por dinero, y eso sólo se obtiene tendiendo un grupo de jugadores capaz de poder terminar entre los 4 primeros de la Liga. No hay más misterio, señor Lim. Así que, dígame, ¿qué hacemos?