El complicado centro del campo del Valencia

Hay muchas combinaciones aunque no haya un 6, y es que se están tapando las carencias de la mejor forma posible

Toni Hernández | 28 MAR. 2022 | 00:03
Hugo Guillamón

El centro del campo del Valencia de José Bordalás sigue siendo un asunto delicado, que a todos nos cuesta verlo antes de cada partido, y que encima viene siempre condicionado por lo que pueda pasar en el centro de la zaga. Hugo Guillamón se ha erigido, si no lo era ya, como la llave maestra de todo, y dependiendo de dónde juega el canterano, disponemos al equipo de una forma u otra. Ahora mismo no se entiende el Valencia sin él, y donde viene el debate, o el dilema, es en quién le rodea, y cómo lo hace. En Elche, por ejemplo, se jugó con 3 por dentro, Guillamón con Soler y Yunus Musah, metiendo a Guedes y Bryan en las bandas, y dejando como delantero referencia a Maxi Gómez.

Hasta la lesión de Diakhaby, las cosas iban muy bien, y cuando el galo se va entra por él Ilaix, pasando Hugo atrás, y teniendo que entrar Racic en el 72 por Musah para apuntalar esa zona del campo cuando nos estaban generando muchos más problemas de la cuenta. Y es que la manera, por jugadores, en la que más cómodo puede estar el equipo, es con 3 por dentro. Eso supone renunciar a un segunda punta, tirando a Guedes a un costado, y colocando a Bryan en el otro, jugando casi como un 4-2-3-1 en función de la posición de Carlos Soler, que como interior es mucho más importante y decisivo para el Valencia que como medio centro organizador.

Nuestra alternativas son las que son, no tenemos más, y Bordalás está tirando de todo lo que tiene disponible, sin quejarse, porque sabe que a estas alturas no tiene sentido el hacerlo. Ya no sólo estamos hablando de la final de Copa, sino de los muchos e importantes partidos de Liga que nos quedan hasta el final. Pero es obvio que tener claro a qué vamos a jugar y cómo el 23 de abril nos ayudaría mucho a todos. El centro del campo de este equipo es la clave de todo, y lo bueno y lo malo es que no sabemos cómo lo vamos a resolver. Malo por las carencias y bueno, porque el rival, tampoco tendrá la menor idea.