San José, día grande de Valencia, y con el Valencia jugando

Jugar el 19 de marzo siempre me ha parecido una... eso, con P, aunque al menos esta vez nos toca hacerlo fuera de casa

Toni Hernández | 19 MAR. 2022 | 00:01
Valencia CF y las fallas

Que el Valencia juegue un 19 de marzo es una putada. La expresión es malsonante a más no poder, pero es que no se puede calificar de otro modo. Y sí, al menos esta vez nos toca hacerlo fuera de casa, aunque eso no quita para que se pueda estar en misa y repicando. La hora, siendo un día horrible, no es la peor, las 16h15, pero está claro que para el mundo fallero, cualquier cosa que ocurra ahora, es un añadido complicado de poder afrontar al mismo tiempo... y eso con el cansancio acumulado de muchos días en marcha a pesar de todo.

Confieso que no sé si podré ver el partido, aunque si lo hago, seguro que en casa no será. En la carpa, con el móvil rodeado de un montón de amigos mirando una pequeña pantalla es más que posible... si es que con eso eres capaz de ver un partido como Dios manda. Pero es que más allá de todo eso, hay una cosa que debemos poner en valor por encima de cualquier otra cosa. Y me explico. Las fallas son el momento del año para decenas de miles de personas, muchas de ellas valencianistas, pero aún así...

Cuando juega el Valencia, aunque sea en la tarde del 19 de marzo, con los infantiles apurando sus actividades, preparando a cremà, intentando sacar fuerzas de donde no las hay... la cosa siempre se pone muy seria. Haremos piruetas, malabares y hasta nos esconderemos un poco para que no nos riñan, pero hay que ver el partido de nuestro equipo aunque sea de un modo poco ortodoxo. Porque el Valencia, ese del que decían que nos estábamos distanciando, es una de las fuerzas más poderosas que existen.