El mérito del Nuevo Mestalla es de Javier Tebas: los políticos deben guardar las medallas y el ego

El presidente de la Liga es el que ha conseguido el dinero y el que ha puesto las reglas, pero eso tampoco nos viene bien

Toni Hernández | 18 MAR. 2022 | 00:03
Javier Tebas

Si el Valencia va a terminar el Nuevo Mestalla no es gracias a Peter Lim ni a los políticos de esta ciudad. Tampoco a las plataformas que vienen haciendo ruido estos meses, especialmente algunas, más pendientes de sus intereses personales que del bien general del Valencia. El mérito de terminar esta obra es, única y exclusivamente, de Javier Tebas, que gracias al acuerdo que ha firmado mediante LaLiga con el fondo de inversión internacional CVC, es el que ha conseguido el dinero para poder invertir en el fútbol español. Durante muchos meses, varios años, algunos políticos han intentado hacerse pasar por la solución al problema, cuando realmente no han movido un dedo, y tampoco hacían lo que les tocaba, que era cumplir con la legalidad.

Incluso cuando alguno ha tirado por ese camino, se ha querido saltar pasar y hasta saltársela, porque “Meriton pasa de todo”. Sí, así es, pero eso no quita para que tenga sus derechos, que no se pueden vulnerar, y que el hacerlos volar por los aires no significara también hacerlo con el club. Porque eso no lo queríais, ¿verdad? Ahora van a seguir habiendo pegas, pero son pataletas de niño pera. El gran problema era conseguir el dinero para terminar el campo, y ahora mismo se tienen más de 80 millones sobre un total de algo menos de 110.

Y se lleva tiempo negociando con las constructoras, Fomento y Bertolín, y buscando soluciones para poder terminar la obra en el tiempo marcado, agosto de 2024. No me voy a cansar de decir que esas dos empresas, especialmente la valenciana, han hecho esfuerzos extraordinarios para que el Nuevo Mestalla sea realidad un día, siendo ellos otra parte esencial de que esto pueda ver la luz un día, mucho más allá de lo hecho o dicho por los políticos. Guarden las medallas y planchen los trajes, que al final no van a tener más remedio que pelear por un sitio para hacerse la foto el día de la inauguración. Eso sí, antes querrán ir todos a la final de la Copa del Rey de Sevilla, por supuesto.