El Valencia va a terminar el Nuevo Mestalla, y eso sigue sin gustar

Sigo sin entender que haya cierta parte del entorno del Valencia que no vea bien que terminemos el Nuevo Mestalla. Me niego a pensar, porque no me entra en la cabeza, que sea simplemente porque Meriton será quien lo lleve a cabo, porque eso sería un acto de cualquier cosa menos de valencianismo, por mucho que intenten meter debajo de esa bandera todo tipo de cosas y de comportamientos. Que el club, nuestro club, acabe esa obra, que acabemos de una vez con el tema de las parcelas del actual estadio, que por fin podamos respirar al respecto de la deuda histórica e histérica que nos viene persiguiendo desde el siglo pasado (generada por algunos que ahora van dando lecciones de gestión, que eso es pura fantasía), es algo de capital importancia.

Y si para conseguir todo eso tenemos que pasar porque sea Peter Lim el que corte la cinta de la inauguración, o Anil Murthy, pues quien suscribe lo vería como un peaje asumible para lo que significaría de cara al futuro. Porque aquí estamos hablando de eso, de futuro, el que se le tiene que dar al Valencia, que algunos parecen anclados en el siglo pasado, pero muy en el siglo pasado, y siguen pensando que esto es un club de fútbol y nada más. Y no, ni nosotros ni los demás son como en los 60 ó 70, por muy idealizadas que estén esas épocas.

Y si el eterno Vicente Peris Lozar fuera el CEO del Valencia de hoy, ojalá, tendría que aplicar los mismos criterios, aunque seguro que lo haría con un valencianismo y una valencianía que ahora mismo no vemos por ninguna parte, eso tampoco se puede negar. Pero no nos desviemos del camino: acabar el Nuevo Mestalla es algo esencial, lo haga quien lo haga, y lo pague quien lo pague. Y quien no lo vea así es porque tiene unos intereses que no están nada claros. Y quien se pique, ajos come, que diría mi padre, fan absoluto de don Vicente y quien me lo descubrió hace muchos años siendo yo un niño.