La anulación de la venta del Valencia va a dejar muchos traseros al aire

No somos conscientes de algunas cosas porque nos puede el odio, pero en breve empezaremos a salir de todas las dudas

Toni Hernández | 14 MAR. 2022 | 00:03
Lim y Salvo

Lo bien que se lo van a pasar algunos en esta ciudad con la posibilidad de que un juez anule la venta del Valencia. Me voy a posicionar, hoy en día justificar, antes de seguir. El proceso de venta me pareció una de las mayores vergüenzas de la historia del club, creo que casi nadie estuvo a la altura de las circunstancias, y que se sembró un odio y una guerra que sigue vigente, que no va a terminar jamás, y que sigue siendo la gasolina con la que algunos continúan viviendo. En definitiva, una mierda gigante que tenemos que soportar todos. Dicho esto, también sigo diciendo que la forma de terminar con esto es que alguien le compre a Peter Lim sus acciones, que valen mucho dinero aunque nos empeñemos en lo contrario, y que eso seguirá significando que estamos en manos de otro dueño.

¿Eso es malo? Pues hombre, depende. Si pone dinero sin freno y peleamos la Liga y la Champions cada año, seguro que no. Con lo que al final, eso de la democratización, que está muy bien, es una medicina que depende de la época del año. Pero vuelvo a la anulación de la venta. No soy jurista ni experto en derecho mercantil, aunque he visto estos días que han surgido como setas, otro de los clásicos de nuestro querido entorno valencianista. Pero después de hablar con unos y con otros, más a nivel personal que profesional, porque la curiosidad la lleva uno siempre dentro, y el Valencia es de las cosas que más me siguen importando en la vida, si llega a pasar que se anule esa venta, es muy posible que sea el principio del fin del club que conocemos.

Que igual es lo que están buscando algunos, lo digo sin miedo. Si en esto se ve una defensa de Peter Lim, pues oye, me parece fantástico. Yo lo quiero fuera de aquí igual que todos. Y por encima de todo quiero que haya un Valencia fuerte. Pero este Valencia, el que nació el 18 de marzo de 1919, y no otro. Que lo que se dice en los mentideros llega a todas partes, aunque no habléis con todo el mundo.