El reparto de las entradas de la final de Copa que haga cualquier Valencia, mal

Sin sabr cómo se va a hacer, ya hay gente protestando al respecto, que tampoco lo entiendo, aunque es lo normal en estos casos

Toni Hernández | 10 MAR. 2022 | 00:03
Copa del Rey

Reparta como reparta el Valencia las entradas para la final de la Copa del Rey, va a estar mal. Y eso es algo que no podemos hacer por cambiar, aunque tengo claro que será un foco de discusiones acaloradas, al menos durante unos días. Partamos de una máxima irrefutable: hay mucha más gente que quiere ir a La Cartuja que entradas disponibles, con lo que eso ya nos quiere decir que habrá muchos aficionados que se queden fuera. ¿Hay una manera de hacer un reparto justo? Llevo asistiendo a esto desde 1995, gracias a Dios muchas veces, todas las finales que hemos jugado desde entonces, y más allá de un sorteo puro y duro entere todos los abonados, algo que se dio en la final de la Champions League de Milán en 2001, no lo hay.

Podemos poner una serie ese requisitos, que luego habría que ver si todo el mundo está de acuerdo con ellos o también nos vienen mal, pero no hay forma de contentar a todo el mundo. Y quien quiere señalar como culpable a Meriton, que está en su derecho, lo cierto es que habrán hecho lo mismo que todos los demás antes que ellos en su misma tesitura. Si hablamos de derechos, que es mucho hablar, el que es socio y accionista tiene más que nadie. Es dueño del club, de manera fehaciente, y además cuenta con el pase para poder ir todos los partidos. Ellos deberían ser los primeros.

Si hay más que entradas, podríamos entrar a a valorar el factor de asistencia como desempate, pero negar que esta gente va por delante sería empezar mal. A partir de ahí, pues los criterios que sean son más fáciles, porque habrá menos entradas también. Y no dejemos de lado el tema de los compromisos del club, porque esos también hay que atenderlos, porque si a un partner le pides dinero y luego no le das una entradas, no estás haciendo un buen trabajo comercial, y de eso también vive el Valencia. Veremos los cabreos, porque tengo claro que comprensión, no tendremos mucha.